Las dulces cataratas invasoras
caminando entre gaznates y almas
danzando hacia la nada
regalando espejismos.
Cuando sus abismos se vuelven cumbres
y ves el brillo apagado de nubes
y entiendes que el sol muere
al calor de las olas
que rompen contra las rocas
de miradas
de caricias
y de bocas.